Antes de empezar su conferencia sobre la calidad de vida, el conferenciante explicó un chiste.
Todos rieron a carcajadas.
Después de una pequeña pausa, volvió a explicar el mismo chiste.
Todos volvieron a reír de forma un poco menos sonora.
Después de una pequeña pausa, volvió a explicar el mismo chiste.
Hubo risas mezcladas con silencios.
Después de una pequeña pausa, volvió a explicar el mismo chiste.
Apenas se escuchó alguna risa.
Dejó pasar un poco de más tiempo y al final dijo:
Es curioso que lo que nos produce alegría vaya perdiendo intensidad con la repetición y dejamos de hacerlo;
en cambio con lo negativo,
a pesar de que cada vez nos va haciendo sentir peor,
no paremos de repetirlo una y otra vez.
Que bueno!!! Cosas que parecen tan sencillas y que nunca nos paramos a pensar. Que bien vienen estas reflexiones!!