Cuando una persona tiene un fuerte sentimiento de estar enferma que le genera un comportamiento vigilante de su cuerpo y decide visitar a un profesional para descartar algo importante, podríamos decir que sería normal y coherente.
Pero, si esta situación es repetitiva, solo se tranquiliza cuando le comunican que todas las pruebas salen normales, pero esta tranquilidad le dura poco porque enseguida aparece un nuevo temor a otra dolencia y vuelve a iniciar un nuevo ciclo de visitas a profesionales y más y más pruebas, con una ansiedad cada vez mayor y más invalidante, entonces hablamos de que padece:
HIPOCONDRIA:
Hipocondría o trastorno de ansiedad por enfermedad. Las personas que experimentan esto suelen tener un miedo excesivo y persistente a padecer una enfermedad grave, incluso cuando no hay evidencia médica que lo respalde.
Algunos de los síntomas y comportamientos asociados con la hipocondría incluyen:
- Hipervigilancia corporal: Estar constantemente alerta a cualquier sensación o cambio en el cuerpo, interpretándolo de manera exagerada como un signo de enfermedad.
- Búsqueda compulsiva de información médica: Investigar en Internet o consultar con otras personas sobre los síntomas y enfermedades, lo que a menudo aumenta la ansiedad en lugar de aliviarla.
- Visitas frecuentes a profesionales de la salud: Buscar repetidamente atención médica para descartar enfermedades, incluso cuando los médicos les aseguran que están sanos.
- Evitación de situaciones relacionadas con la enfermedad: Evitar lugares, personas o actividades que puedan recordarles la posibilidad de estar enfermos.
- Sensibilidad a los síntomas de los demás: Sentir los mismos síntomas que alguien cercano que está enfermo, incluso si no hay una base médica para ello.
- Preocupación constante por la salud y la muerte: Vivir en un estado de ansiedad constante relacionado con la salud y temer lo peor.
Posibles causas de la hipocondría:
Las posibles causas son de tipo teórico y depende de cada tendencia psicológica.
Así podemos tener distintos tipos:
- Experiencias previas nocivas con respecto a la salud y la enfermedad.
- Como una expresión de conflictos internos con origen en la desconfianza hacia el propio cuerpo nacida en la infancia.
- Intento de la psique de responder y defenderse de la culpa o baja autoestima. Puede suceder asociado a un problema orgánico, pero no necesariamente, ni siquiera con mucha frecuencia.
- Patrón de comportamiento inconsciente que se adquiere ante determinadas circunstancias para desviar la atención de otros problemas.
- Formación de creencias erróneas sobre los síntomas, la salud y la enfermedad.
- Además de una atención selectiva a los aspectos negativos y tendencia justificar dichas creencias erróneas.
- Incidente crítico desencadenante, puede ser externo como muerte de un familiar, una enfermedad en alguien conocido o un proceso interno que crea un estado de ánimo negativo; esto activará las creencias y comportamientos relacionados con la hipocondría.
¿Cómo vive una persona con hipocondría?
La persona con hipocondría vive en una constante preocupación y miedo, lo que le lleva a una conducta de observación y análisis minucioso, incluso obsesivo de sus funciones fisiológicas básicas, haciendo una interpretación personal de que son signos de una enfermedad grave.
Interpreta como amenazantes algunas sensaciones que el resto de personas perciben como normales en situaciones determinadas.
Por ejemplo, el miedo provoca palpitaciones, respiración más rápida, sensación de que no entra el aire, contracturas e incluso dolores musculares, espasmos de la musculatura lisa, tics, dolor de cabeza, mareos, vértigos, etc.
Todos estos signos son interpretados como enfermedad y no como una respuesta orgánica “normal” al estado de estrés interno en el que viven.
Las personas hipocondríacas tienen una gran capacidad de sugestión, cualquier conocimiento sobre una enfermedad les lleva a sentir que tienen todos los síntomas de la misma.
Las enfermedades que creen padecer suelen ser aquellas que implican un elevado grado de gravedad, son crónicas o las que suelen tener como desenlace la muerte.
Tienen pensamientos catastróficos con imágenes mentales sufriendo la enfermedad.
Todo esto provoca vivir en constante ansiedad e incluso crisis de pánico, buscando siempre opiniones profesionales, necesitando que les hagan múltiples pruebas que aun a pesar de que salen normales, les cuesta creer que es cierto, porque siguen sintiendo que están enfermos.
No encuentran consuelo por más visitas que realicen al médico o más pruebas que les hagan, ya que no se creen que no estén enfermos.
Necesitan encontrar respuestas a ese malestar que notan, lo que les lleva a crear sus propios argumentos de autodiagnóstico, haciendo una interpretación catastrófica de cualquier signo corporal fisiológico, ya que el estrés en el que viven provoca que esos signos puedan estar algo alterados.
Se controlan las pulsaciones, la tensión arterial, la temperatura, se autoexploran hasta incluso producirse daño de tanto hacerlo.
Todo se convierte en un círculo vicioso: mientras más miedo, más síntomas. Más síntomas, más miedo.
Algunas personas desarrollan una hipocondría inversa, evitando todo aquello que pueda aportarles noticias sobre enfermedades, evitan las revisiones preventivas y toda consulta relacionada con la salud por temor al diagnóstico, ya que siempre se ponen en lo peor.
No obstante esta evitación no logra calmar su ansiedad, porque igualmente siguen temiendo tener algo y no hacerle caso aún les hace sentir peor.
También pueden generar la misma conducta obsesiva de temor en sus familiares, teniendo un comportamiento hacia ellos de excesiva preocupación y ansiedad. Esto les hace sentir culpables por no poder evitarlo ocasionándoles mas ansiedad y malestar.
Consejos para alguien que experimenta hipocondría:
- Educación y Conciencia: Aprende sobre la hipocondría y cómo afecta a las personas. Comprender que tus síntomas pueden estar relacionados con la ansiedad y no necesariamente con una enfermedad grave es un primer paso importante.
- Limita la Búsqueda de Información en Internet: Evita buscar constantemente síntomas y enfermedades en línea. La información en Internet puede ser confusa y aumentar la ansiedad.
- Establece Límites con los Profesionales de la Salud: Siempre es importante consultar a un médico si tienes preocupaciones sobre tu salud. Sin embargo, establece límites para evitar visitas excesivas o pruebas innecesarias.
- Habla con un Profesional de la Salud Mental: Considera la posibilidad de hablar con un terapeuta o psicólogo especializado en ansiedad y trastornos relacionados. La terapia cognitivo-conductual (TCC) puede ser especialmente útil.
- Practica Técnicas de Relajación: La meditación, la respiración profunda y el yoga pueden ayudarte a reducir la ansiedad y el estrés.
- Evita el Alcohol y la Cafeína: Estas sustancias pueden aumentar la ansiedad y empeorar los síntomas.
- Mantén un Diario de Síntomas: Anota tus preocupaciones y síntomas. Esto puede ayudarte a identificar patrones y comprender mejor tus pensamientos.
- Habla con Amigos y Familiares: Compartir tus preocupaciones con personas de confianza puede aliviar la carga emocional.
- Establece Rutinas Saludables: El ejercicio regular, una buena alimentación y un sueño adecuado son fundamentales para mantener la salud mental.
- Recuerda que Eres Más que tus Síntomas: La hipocondría no define quién eres. Busca actividades que te gusten y te distraigan de los pensamientos negativos.
Recuerda que no estás solo/a, y hay ayuda disponible para manejar la hipocondría. Siempre consulta con un profesional de la salud para obtener orientación específica según tu situación.
Tratamiento de la hipocondría:
En mi consulta planteo el tratamiento potenciando la capacidad de autosugestión de la persona en positivo, a través de diferentes técnicas se canaliza esa sugestión hacia una nueva comunicación con su organismo, enseño gestión del miedo y de la ansiedad.
El tratamiento de la hipocondría es fundamentalmente psico-biológico.
Con técnicas cognitivas, psico-corporales y autohipnosis, se va consiguiendo cambiar la percepción física y de salud.
En caso necesario se acompaña con tratamientos naturales y/o farmacológico.
Yo aconsejo combinar sesiones individuales con talleres de grupo, además de agilizar el aprendizaje, es muy efectivo y resulta más económico.
Recuerda que la hipocondría no define quién eres y hay ayuda disponible para manejarla. Siempre consulta con un profesional de la salud para orientación específica.
Se puede conseguir, vuelve a disfrutar de la vida sintiéndote sano