Dormir bien forma parte de los cuidados de la salud.
Durante el sueño el organismo aprovecha para hacer el mantenimiento, el reposo le permite dedicar atención a aquellas cosas que necesitan repararse, por eso se llama “sueño reparador” aquel que hacemos de un tirón con la sensación de haber descansado y que nos hace despertar de buen humor y estar como “nuevos”.
Además se realiza otra función muy importante, soñar, algo imprescindible para nuestra mente, para nuestra vida.
Las preocupaciones, estilos de vida, acontecimientos… son muchas las cosas que pueden alterar ese ritmo sano de sueño, dedicar un poco de atención y conocer algunos pequeños trucos, te pueden ayudar.
Consejos para poder disfrutar de ese sueño reparador:
Crear una rutina, facilita que el organismo tenga sus ritmos, irse a la cama sobre la misma hora todos los días lo favorece mucho, no tenemos que olvidar que tenemos relojes biológicos y muchos relacionados con el ciclo día/noche.
En las personas que tienen turnos que cambian periódicamente suelen tener problemas para conciliar el sueño, ya que los ritmos biológicos se rompen continuamente, en estos casos puede ser favorable la melatonina, que induce de forma natural al sueño en ausencia de luz, esto es muy importante para que pueda hacer su acción (puedes consultar con un profesional que te asesorará sobre el buen uso de la misma).
Evitar practicar actividades estimulantes antes de irse a dormir, ni físicas, ni intelectuales (juegos hiperactivos) porque entonces llegamos al dormitorio demasiado excitados como para conciliar el sueño y lo único que conseguiremos es ponernos más nerviosos al ver que el sueño no viene.
Desconectar aparatos electrónicos.
La lectura puede invitarnos a ir entrando en el sueño.
Evitar bebidas estimulantes o el tabaco, ya que interfieren en una buena calidad de sueño.
También evitar beber mucha agua antes de dormir, porque entonces será nuestra vejiga la que nos haga despertar.
Podemos ayudarnos de alguna infusión o plantas relajantes como la Amapola de California, Valeriana, Tila, Lúpulo, Pasiflora, Melisa, son las más conocidas, el tomar algo calentito siempre ayuda a relajar.
También la homeopatía puede ser una buena elección, hay más remedios dependiendo del tipo de insomnio que tengas, siempre es bueno que un profesional te oriente sobre cuál sería el más adecuado para tu caso.
Estos medicamentos no crean adicción, ni somnolencia diurna.
El estrés o la ansiedad, preocupaciones, situaciones sin resolver, conflictos o miedos suelen asaltar la mente con más fuerza por la noche.
Imagina que son como una mochila que descargamos y dejamos en la puerta o también puede ayudar escribirlos y pensar que el dormir bien favorecerá que lo veas con más claridad al día siguiente.
Después centrar la atención en relajarnos, aquietar la mente y alejar los pensamientos negativos (ya te ocuparás de ellos mañana), para poder conseguir esto probar el siguiente ejercicio:
Ejercicio “4-7-8”: Consiste en poner la atención en tu respiración, debes respirar por la nariz, mientras entra el aire cuenta hasta 4, reten el aire y cuenta hasta 7 y después expulsa el aire contando hasta 8. Esto hace que te concentres en tu respiración, olvidándote de tus pensamientos y poco a poco creando un estado más relajado. Si al principio te cuesta, simplemente puedes contar cuánto dura tu inspiración, cuanto en pausa y cuanto soltando el aire y después e ir variando hasta conseguir el 4-7-8.
Si tu respiración es mas corta y rápida, empieza contando cuando dura la entrada de aire y cuanto la salida.
Después poco a poco ves aumentado la duración. Verás que se irá alargando progresivamente.
Si el problema persiste, no dudes en acudir a un profesional , hay más ejercicios que puedes aprender, técnicas para relajar la mente y poder aparcar las preocupaciones durante la noche y también puede ayudarte a resolver esas situaciones que te puedan quitar el sueño, te aseguro de que funcionan. Realizo un taller periódicamente sobre el insomnio, si quieres más información, aquí la encontrarás.
Recuerda que dormir bien, nos permite tener las ideas más claras para enfocar las cosas de forma diferente, repercute en la salud tanto física, emocional como mental.