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Una buena relación de pareja, siempre tiene una buena comunicación.
Esto repercute en la vida personal de cada miembro de forma muy positiva, reforzando la unión y el entendimiento.
Comunicarse no se trata de hablar mucho, sino de que se habla y sobre todo como se habla.
En la relación se crean rutinas en la comunicación.
Como cualquier hábito, nos lleva a comportamientos automáticos, repetitivos.
Lo habitual pasa a ser lo normal, haciendo de las discusiones una forma habitual de comunicación.
Si no ponemos solución a esto, las rutinas erosionan la relación, deteriorándose de forma progresiva y sostenida.
Consejos básicos para empezar a comunicarse mejor:
Estos consejos, pueden ayudar a plantear la forma de comunicarse en pareja de forma más fácil y constructiva, reforzando los sentimientos en vez de debilitarlos.
Evita el reproche:
Es muy frecuente empezar las conversaciones indicando todo lo que hace mal la otra persona.
Evita expresiones como “porque tú” “pues anda que tú” “y tu más” o justificar una acción como “he hecho esto porque tu hiciste…”.
El reproche hace que la otra persona se ponga a la defensiva.
En vez de conversar hay un ataque continuo y mutuo.
Al final solo queda la sensación de derrota por una o por ambas partes. Y lo que es peor erosiona mas la relación de pareja.
Concreta el tema a hablar:
Plantéate de que quieres hablar exactamente.
No mezcles otros temas pendientes, ya lo harás en otra ocasión.
Mezclar demasiadas cosas no ayuda a solventar, solo dificulta la conversación y la dispersa de lo realmente importante.
Tampoco hagas lo contrario, repetir y repetir y repetir la misma cuestión.
Con una sola vez es suficiente para empezar a hablar, recuerda sois dos, hay que permitir espacio a la otra persona.
Si llegáis al punto de no acuerdo, hay que asumir que tenéis dos puntos de vista diferentes y valorar convivir con esto.
Respeto y empatía:
Este requisito es el mínimo imprescindible para que una conversación pueda progresar.
Pensar antes de hablar y ponerse como receptor de tus palabras o acciones, ¿Cómo recibirías tú, tu propio lenguaje?
Lenguaje realista y positivo:
Procura que tu lenguaje sea realista, positivo y constructivo.
Términos que no se deberían usar:
- “siempre eres igual”
- “siempre haces lo mismo”
- “nunca estás cuando te necesito»
- “lo haces todo mal”
Esto genera actitudes a la defensiva y de reproche, haciendo muy difícil cualquier tipo de conversación.
Lo bueno también existe:
Recordar todo lo bueno de tu pareja, ayuda a disminuir la irritabilidad y mejora la actitud antes de empezar a hablar.
Ciertas normas pueden ayudar:
Puede ser positivo, establecer unas normas antes de conversar, como:
- Dejar que hable cada parte sin interrupciones.
- Poner un tiempo de exposición para cada uno.
- Tener una señal que indique que se entra en «fase ataque» y así virar el modo de hablar…
Escucha activa:
Practica la escucha activa, de la misma manera que a ti te gustaría ser escuchad@, escucha con atención.
Respetar los tiempos, mientras habla una parte no interrumpe la otra y viceversa.
Escuchar estando presente, no evadir la escucha, aunque oigas algo que no te gusta o no estás de acuerdo.
Cuando hables tu ya expondrás lo que piensas.
El silencio mientras se escucha:
El silencia mientras se escucha está bien.
Pero no adoptes el silencio como respuesta, puede ser mal interpretado.
Si no sabes que decir, simplemente expresa que necesitas un tiempo para responder.
Concreta un tiempo, no demasiado largo ni demasiado corto, no menos de un par de horas y no más de una semana.
Habla con claridad:
Expresa lo que realmente quieres decir, no digas algo esperando que la otra persona te diga lo que tu esperas oír.
La claridad siempre es mejor alternativa.
Dar por hecho lo que la otra persona piensa, siente o quiere es un error.
Preguntar es mejor que suponer.
No etiquetar:
No etiquetes, si usas el término “es que eres…” te refieres a toda la persona.
En cambio si concretas, señalas lo que de verdad te molesta, por ejemplo “cuando te comportas de esta manera me hace sentir…”
Concretar lo que se desea:
A la hora de plantear cambios, expresar con claridad que tipo de cambio, y de que manera vais a establecer ese cambio.
No dejéis las cosas dispersas o ambiguas.
Plantear los hechos como “cuando sucede esto, a mi me gustaría que hicieses esto otro”- “a mi me haría sentir mejor que hicieses esto… en esta situación”.
Y después siempre preguntar ¿crees que podrías hacer esto que te pido? o ¿Qué opinas de esto que te pido?
Para que funcione ha de ser mutuo, cada parte hace una cesión hacia la otra parte.
Se trata de crear que ambos ganan.
En resumen
No se trata de luchar contra la otra persona, sino la manera de encontrar un objetivo común, con el que estéis de acuerdo y como llevarlo a cabo.
La teoría es más fácil que llevarlo a la práctica.
Pero lo importante es empezar a romper rutinas y crear nuevas.
Esto siempre genera tiempos de oscilación entre lo antiguo y lo nuevo.
Es normal, pero de forma progresiva se va cambiando.
Si se pone empeño, acaba triunfando la nueva comunicación y empezamos a ver resultados.
Una nueva manera de enfocar los problemas:
- Centrando la atención en las soluciones entre ambas partes
- Con la Intervención de ambas partes
- Con la sensación de que ambas son escuchadas
- Son tenidas en cuenta con la misma importancia
- Con respeto y comprensión
Y si estáis de acuerdo en eso, pero no sabéis como hacerlo, siempre encontrareis un profesional que os guíe y ayude a hacerlo de forma más sencilla, que para eso estamos.:)
Poner empeño en encontrar lo que suma y añade amor